miércoles, 16 de marzo de 2011

Tres razones para ver Rango

En este momento se encuentra en cartelera la última película de los estudios Nickelodeon titulada “Rango”. En general es arriesgado ir a ver películas para niños, porque algunas son demasiado simples o simplemente no son divertidas, pero no hay que ser injustos con las películas infantiles, Disney mantuvo por décadas películas de animación convencional de gran calidad inspirándose en historias del folclore europeo y cuentos infantiles del siglo XIX. En la actualidad los estudios Pixar son las dignas herederas de estas películas y han desplazado  la animación tradicional, reemplazando los castillos y hadas por gráficas en tres dimensiones, donde la fusión de Pixar y Disney han variado los argumentos profundizado personajes y, en resumen, haciendo buenas películas. El resultado ha sido la desesperación de otros estudios por imitar estos logros como también abrir la puerta a películas de mayor calidad en el mercado del cine infantil, un buen ejemplo fue el año 2010 donde en las películas nominadas al Óscar para mejor animación compitió junto con “Wall E” una película llamada “Brendan and secret of Kells”, la que muestra la vida en un monasterio en Irlanda del norte durante la Edad Media y narra la historia de la construcción de un libro; dejando de lado elementos mágicos, el libro es presentado en la película como un tesoro, una pieza de arte y de preservación de la cultura, lo mejor es que la película sigue siendo un trabajo orientado a niños,  dejando atrás por mucho a los gases de “Sherk”.
En los últimos veinte años, desde la irrupción de Pixar y sus competidores, se han generado buenas películas de animación para niños que entregan no sólo historias entretenidas sino, también, muy buenas historias. Nickelodeon por lo general había entrado al cine llevando sus series al cine con películas que eran básicamente capítulos gigantes de Bob esponja (lo que no es malo, pero se están quedando super lejos de lo que hace Pixar). Sin embargo, la última película de Nickelodeon da un giro en estos intentos y acá les damos tres razones de porque es interesante ir a verla.
Animales disfrazados: Los animales aparecen antropomorfizados desde hace siglos, el ejemplo más claro son las manos de Mickey y su postura en dos patas, las que son el resultado de las adaptaciones que hicieron los artistas de Disney el siglo pasado de las ilustraciones de libros infantiles del siglo XIX donde había una forma más sencilla de antropomorfizar a los animales la cual era presentar a nuestros amigos del bosque con accesorios y vestimenta de seres humanos pero manteniendo sus rostros, patas, y colas de manera realista. En Rango vemos que los animales hablan, van al banco, se visten y disparan como seres humanos, pero con la diferencia que mantienen su aspecto lo más realista posible, esta vuelta al origen de los animales disfrazados para niños lo hace interesante el tener que acostumbrarnos los primeros minutos de película a ver animales actuando como humanos, pero que mantienen su aspecto, alejando la película de la influencia de Disney en lo que tiene que ver con animales con ropa (por decirlo de alguna forma).
Desierto: Sin entrar en detalles sobre  el argumento de la película, esta trata sobre un proceso de introspección y redención, elegir como escenario el desierto supone una valoración del espacio como un elemento narrativo lleno de una carga simbólica que surge desde la oposición entre la ciudad, como el lugar de lo cotidiano, y el desierto que es el espacio para la introspección y búsqueda espiritual. La película que alabamos acá hace un uso preciso y sutil del desierto como espacio simbólico.
Western: El cine ha generado un imaginario sobre el oeste norteamericano como un lugar donde los hombres fueron más rudos, duros y armados hasta los dientes. Esta imagen la podemos poner en duda y el sentido común nos habla sobre un espacio donde la vida era más bien monótona dedicada a las actividades ganaderas. Aún así, el imaginario que se forma en el cine se muestra en un género cinematográfico que tiene ciertas característica, algunos planos particulares, por ejemplo el plano americano que encuadra al Cowboy a la altura de los muslos entre las rodillas y las caderas hasta  los codos; esto con el fin de mostrar las manos y los revolver de los rudos hombres del oeste en el momento del duelo, acompañado con planos detalles a los ojos de los duelistas, se le suman elementos propios del argumento que llevan al protagonista de estas historias a un enfrentamiento frontal  con su antagonista. En el caso de Rango los elementos del Western que escuetamente hemos mencionado están presentes y bien utilizados en Rango.
En resumen por qué ver Rango. Primero, porque es visualmente interesante ver otra forma de antropomorfizar animales dando un diseño original a los personajes. Segundo, la película presenta ciertos símbolos que enriquecen la historia si uno los logra identificar. Por último, pese a que la película está protagonizada por un camaleón el lenguaje cinematográfico y desarrollo de la historia en esta película es fiel y hace justica a lo que es un western. Así que lo único que nos queda es recomendar e invitarlos a ver Rango, lleven a sus hermanos chicos, sobrinos, hijos o lo que sea que puedan llevar y disfruten de una buena película.