viernes, 10 de diciembre de 2010

Horton, un elefante ejemplar.

Aprovechando lo que esta pasando en el país, que mejor que enseñárselo a los niños por medio de una película con una historia simple, divertida, con un buen mensaje y fácil de entender.
Horton es un elefante que está a cargo de algunos niños (se da a entender que cumple el rol de un profesor). Un día Horton logra escuchar a una partícula, descubriendo que dentro de ella hay toda una ciudad “Villaquien”, con alcalde, científico y ciudadanos. Así que decide transportarlos en una flor hasta encontrar un lugar seguro donde dejarlos, alejándolos de los peligros de donde vive el buen elefante. Este descubrimiento perturba la seguridad del conocimiento que se tenía hasta entontes porque, obviamente, ¡cómo va a existir vida dentro de una diminuta partícula! Es así, como la canguro –una canguro de mucho poder- advierte, en primera instancia a Horton para que no le meta ese tipo de cosas a los pequeños porque… “Hará que los niños usen su imaginación”; y luego, tomando medidas más drásticas decide intervenir con la fuerza (¿fuerza pública?) pidiéndole a un buitre que destruya la flor y con ello la certeza de Horton de que dentro de esa partícula hay vida.
Para nadie es un misterio que la educación formal es un tema de debate (si es que lo hay) y de decisión de quienes  poseen el poder, de ahí que se resuelva entre cuatro paredes qué asignaturas son más importantes para los fines que persigue el gobierno, cuántas horas deben tener cada asignatura y qué contenidos conceptuales mínimos deben desarrollarse en las clases. Los niños son los principal afectados en todo esto, niños que en un tiempo más serán los encargados de educar… ¿Qué pasa si de verdad existe vida dentro de una flor? ¿Qué pasa si los niños usan su imaginación? ¿Qué pasa si se cuestiona lo existente… si se cuestiona la verdad?
Horton nos muestra cómo es posible seguir los ideales y cómo es necesario estar abierto a los nuevos conocimientos, respetar a las personas por más pequeñas que sean (como las que viven en la flor, como las que viven en la casa del lado, como las que viven en las cárceles y en los campamentos) pero más que todo eso, nos enseña a que debemos cuestionarnos lo que existe, porque quizás aquello de los que tenemos tanta certeza que exista no es tal, no es real y sólo es parte del manejo ideológico de las autoridades por crear un tipo de sociedad específica..¿Suena familiar?




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