jueves, 23 de diciembre de 2010

Cosas curiosas de la Navidad

Como sabemos, en navidad se celebra el nacimiento de Jesús, el cuál es religiosamente –creo- el momento más importante para los cristianos, y en el cuál se estila que las familias se reúnan el 24 en la noche, cenen o coman pan de pascua con chocolate y a las 12 de la noche, lo más importante.. (no, no son los regalos) poner a Jesús en el pesebre.
Elf es una película de navidad que transcurre entre el Polo Norte y Nueva York. Elf (Will Ferrer), un humano criado como elfo decide partir a Nueva York a buscar a su padre, ahí descubre que la gente está dejando de creer en el espíritu de la navidad y eso está causando que Santa Claus no tenga la energía necesaria para entregar los regalos a los niños. En esta película se muestra la navidad como un tiempo para volver a creer y soñar, pero también se muestra cuales son las características de la navidad “oficial”, la imagen más proyectada de esta fiesta.
Con esta fiesta ocurren dos aspectos que me llaman particularmente la atención. El primero de ellos es la fecha. No existen registros sobre la verdadera fecha de nacimiento de Jesús (si nos ponemos más quisquillosos algunos dicen que ni siquiera existió) y las primeras referencias a la preocupación por la celebración de este hecho fueron durante el siglo IV, estipulando que el día de fiesta sería el 25 de Diciembre. O sea, la iglesia tomó ritos paganos, en este caso la celebración del solsticio de invierno para el hemisferio norte -el día más corto del año- y lo absorbió a sus festividades. Sin embargo, y en oposición, este es el día más largo para los habitantes del hemisferio sur. 
Entonces ¿Qué debemos celebrar? El nacimiento de Jesús un día que ni siquiera fue o el triunfo del Sol sobre la oscuridad amenazadora de la noche más larga del año, porque si es ésta última deberíamos olvidarnos de “Jebús” y celebrar como buenos hemisferiosureños la mítica Noche de San Juan, con higueras, papas y guitarras.
El segundo aspecto es la influencia del hemisferio norte por celebrar la navidad al más puro estilo de invierno (cómo se muestra en la película). Árboles con nieve, casas adornadas con botas de lana, renos, chimeneas y un viejo con una larga barba y con traje rojo, gorro y botas… ¿No es un poco absurdo con las altas temperaturas que tenemos? Olvidamos dónde estamos, qué elementos son propios de nosotros y perdimos la capacidad de adaptar esta fiesta a algo más adecuado a nuestra realidad, como por ejemplo Pascueros con short o palmeras de navidad...
Ni siquiera me referiré a como la figura de San Nicolás se transforma en un viejo consumista, perdiendo el valor de esta fiesta (ya sea el nacimiento de Jesús o el solsticio), que para mí, es una fiesta de y para los niños, así que eso.. Felices Fiestas y los invito a reflexionar.

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