jueves, 18 de noviembre de 2010

Duérmete niño, duérmete ya, que viene el cuco y te comerá…
Me resulta inquietante pensar por qué para hacernos dormir cuando niños nos asustan con el cuco o con el viejo del saco, personajes populares a los que nos sentimos indefensos al saber que ellos vendrán a comernos o llevarnos (en el mejor de los casos).
Los primeros registros que se tienen de este tipo de cantos nos remontan al siglo xvii y se encuentra en la obra dramática de Juan Caxés llamada  Auto de los desposorios de la Virgen. Sin embargo, más que su procedencia lo llamativo de este maligno ente –llamado de distintas maneras dependiendo del lugar- es que no sólo los niños latinoamericanos deben lidiar con esas amenazas para dormir, comer o portarse bien (pensando que Latinoamérica es un lugar de realismo-mágico creería que es un fenómeno propio), Sandman es el terror para los pequeños anglosajones.
Parece ser que el miedo infantil hacia el cuco o sandman es responsabilidad de los padres que por tradición –y poca imaginación- nos cuentan los mismos cuentos para poder conseguir algo. La oscuridad, por tanto, no es el principal miedo de los infantes, sino que todo lo desconocido que ello implica. Es aquí donde empezamos a hablar de los arquetipos, aquellos contenidos del inconsciente colectivo que nos son familiares. O sea que, temer a la presencia del cuco, del viejo del saco o de sandman forma parte no sólo de los miedos individuales, sino que –y con mayor ímpetu- de los colectivos, aquellos de naturaleza universal. De ahí que niños de Latinos y anglosajones sufran noche a noche por la llegada del cuco antes de dormir...
Me pregunto cómo se llamará este personaje popular en países africanos, asiáticos o de medio oriente ¿Será realmente un arquetipo del miedo? ¿Cómo acercarnos a la historia del miedo? ¿Pueden todos los niños del planeta tenerle miedo al mismo hombre que se los llevará, comerá o sacará los ojos?
Paul Berry nos presenta en The Sandman (1992, animación en stop-motion) cómo un niño amenazado por la noche (y no me refiero al disque grupo musical chileno) y por sandman debe llegar a su cuarto para dormir. En un ambiente más que tétrico y expectante el director nos traslada a los miedos que creímos olvidado. ¿Aún creen que vendrá el cuco por ustedes? 

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